Comunicándonos
asertivamente (Parte 1)
Una de las características
principales de la Gestión de Recursos Humanos es que trabajamos con personas y
no con objetos. Personas que tienen sueños, necesidades, demandas, quejas,
argumentos, sueños… Por ello es fundamental que aprendamos a comunicarnos y
relacionarnos de una manera asertiva.
La asertividad está
relacionada con la certeza y la firmeza o veracidad. Una persona asertiva es
aquella que se comporta de manera natural, que dice lo que piensa sin que esta
actitud provoque una agresividad en la otra persona. Es una forma de
interactuar, incluyendo esos momentos que representan un reto debido a que se
confronta o incomoda a quien escucha. Aprender a ser asertivos se refiere a
desarrollar habilidades que nos permitan ser personas directas, honesta seguras
y hacer sentir valiosos a los demás.
La asertividad es la
capacidad de autoafirmar los propios derechos sin dejarse manipular ni
manipular a los demás. Saber defender las propias necesidades frente a las exigencias
de los otros sin utilizar comportamientos agresivos ni violentos. Es el punto
medio entre comportamientos inhibidos y comportamientos violentos.
Implica:
·
Tener una comunicación intrapersonal muy
efectiva consigo mismo.
·
Autovalorarse.
·
Sentirse bien por los talentos recibidos y
por las cualidades desarrolladas.
·
Haber aprendido a reconocerse. Imagen
positiva de sí mismo.
·
Entender el sentido de igualdad y dejar de
lado los prejuicios.
·
Disposición a lograr lo que se desea.
Permitirse cambiar de opinión.
·
Asumir riesgos calculados. Hay situaciones
que están más allá del control de la persona. Centrarse en lo que sí se puede
controlar.
·
La asertividad es innata y aprendida.
Algunas personas evitan ser
asertivas porque temen desagradar a otros y no ser aceptados. Evita hacer vales
sus derechos y permite que se aprovechen de él. La persona inhibida no defiende sus derechos, no se respeta a sí misma. Siente
frustración, impotencia, culpabilidad y baja estima.. Tiene quejas no
manifestadas. Cuando ya no puede más explota de manera agresiva.
La persona agresiva defiende sus derechos de forma
excesiva, no respetando a los demás y generando conflictos por eso. Carece de
habilidades para relacionarse con sensibilidad y empatía. Siente enfado,
injusticia, soledad, abandono, baja
estima y falta de control.
La persona asertiva sabe
respetar a los demás sin dejar de respetarse a sí mismo. No piensa en ganar –
perder sino en llegar a un acuerdo con el otro favorable para ambos. Es más
racional. Sus sentimientos son más estables y controlados. Su sentido de
autonomía, autosuficiencia y autoestima es elevado.
Laura
Penotti
Material
extraído de la Bibliografía de Cátedra de la carrera de RRHH
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